Los autores del Lucidario (4): la crítica en los siglos XIX y XX
La cuestión de la autoría del Lucidario, tocada inicialmente por Juan Eusebio Nieremberg, fue motivo de interés de los primeros filólogos e historiadores de la filosofía españoles. Además de Pascual de Gayangos, quien atribuyó su autoría directamente a Sancho IV, el texto atrajo la atención de José Amador de los Ríos, el primer filólogo en abordar reflexivamente el contenido de la obra en su Historia crítica de la literatura española (1863):
El libro Lucidario, aceptando la forma didáctica de la Disciplina clericalis, del Libro de Cuzary, del Calila y Dimna y de otros varios tratados de origen oriental –conocidos sin duda del rey don Sancho–, era pues uno de los más notables eslabones que ofrece la tradición de aquella misma forma, así como su doctrina. Ya en el orden científico-religioso, ya en el filosófico y moral, ya en el histórico y literario, debe ser considerada cual preciado resumen de la atesorada por el Rey Sabio, sus maestres y sus rabinos… Cuestiones hallamos, no obstante, en el Lucidario, que presentadas en nuestros días bajo diversas formas o reproducidas de lleno tales como entonces aparecieron, dan no solo ventajosa idea de los estudios hechos a fines del siglo XIII, sino también del claro talento de don Sancho. (32)
Sobre la autoría del Lucidario, Amador de los Ríos intuyó la posible influencia de las ideas de Juan Gil de Zamora, notable intelectual franciscano y maestro del infante Sancho:
Parécenos conveniente advertir en este sitio que fray Juan Gil, de la Orden de san Francisco, secretario que había sido del rey don Fernando el Santo, y maestro del mismo don Sancho, escribió una obra con título de Historia naturalis la cual pudo suministrarle algunas nociones para componer el Lucidario, principalmente en lo relativo a la descripción que hace de ciertos animales. (32)
Como se deduce de este último pasaje, Amador de los Ríos nunca afirmó que la composición del Lucidario recayera sobre Juan Gil, sino que su pensamiento y su interés enciclopédico –que también produjo el Armarium scripturarum– pudo influenciar directa o indirectamente este projecto sanchí. En su repaso de la filosofía española medieval, Joaquim y Tomàs Carreras i Artau siguieron el argumento de Amador de los Ríos y concluyeron que Juan Gil fue pudo estar involucrado en la escritura del Lucidario:
Sancho IV, un vivo contraste de su padre en muchos aspectos, fue ante todo un bravo militar y un energético gobernante, a pesar de lo cual no desatendió totalmente las tareas literarias. Pudo inspirarle afición a ellas su preceptor Juan Gil de Zamora, a quien el rey Alfonso tenía confiada su educación. Cabe incluso la sospecha de que este teólogo y naturalista interviniera personalmente en la composición de un curiosísimo libro que apareció en este reinado bajo el nombre de Sancho IV. Me refiero al Lucidario, una obra que proyecta mucha luz sobre el drama cultural que, en España, como en el resto de la cristiandad, se desarrollaba en aquellos momentos a consecuencia de la invasión de la ciencia profana, cuyas afirmaciones no siempre andaban acordes con el dogma. (28)
Aunque los filósofos catalanes afirmaran esto, no encontraron evidencias directas de esta participación en el Lucidario (por entonces inédito), por lo que dejaron abierta la posibilidad a que los paralelismos de contenido entre el Lucidario y la obra enciclopédica de Juan Gil (también inédita entonces) fueran una coincidencia:
Como es fácil de ver, los materiales de la obra han sido tomados de fuentes profanas y eclesiásticas, entre estas las Etimologías de san Isidoro. El orden y el tratamiento de las materias teológicas revelan la mano de alguien avezado a manejar las Sumas, que, como la de Pedro Lombardo, constituían el texto de enseñanza en las escuelas eclesiásticas. Los conocimientos astronómicos, y los astrológicos que con ellos se entrelazan, dimanan de las obras traducidas por orden del Rey Sabio; y los naturalísticos tal vez estén tomados de la historia natural que escribiera Juan Gil de Zamora, que bien pudiera no ser ajeno a esta compilación. (30)
En gran medida, la crítica contemporánea ha asumido estas posturas, que presentaré en la próxima entrada.
Obras citadas
Amador de los Ríos, José. Historia crítica de la literatura española, vol. 4. Imprenta de José Fernández Cancela, 1863.
Carreras i Artau, Joaquim y Tomàs Carreras i Artau. Historia de la filosofía española. Filosofía cristiana de los siglos XIII al XV, vol. 1. Asociación para el Progreso de las Ciencias, 1939.
Imagen de miniatura: Detalle de fotografía de
José Amador de los Ríos, Real Academia Española
OpenEdition le sugiere que cite este post de la siguiente manera:
Cossío Olavide, Mario (4 de septiembre de 2024). Los autores del Lucidario (4): la crítica en los siglos XIX y XX. Lucidarios. Recuperado 5 de noviembre de 2024 de https://doi.org/10.58079/128z4